HACIENDA SOMOS TODOS, PERO UNOS MÁS QUE OTROS
El 4 de abril comenzó la campaña de la Renta y Patrimonio 2017. Comienza el período en el que todos los contribuyentes hemos de regularizar el pago del impuesto por la obtención de ingresos, por plusvalías obtenidas del patrimonio, por rentas del capital, etc.
Sin embargo, no se contribuye en la medida que se debiera. En nuestro país existe una cierta “cultura defraudadora”.
El fraude fiscal en España hace que el Estado pierda 90.000 millones de euros al año, según el coordinador del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda en Asturias.
Son varios los problemas para atajarlo, principalmente que el Estado no lo reconoce, así como la insuficiente dotación de personal o el hecho de que la sanción sea pequeña comparada con el daño al erario público, dado que los delitos económicos están menos penados que los de otro tipo.
El 72% del fraude fiscal en España lo hacen las grandes empresas y las grandes fortunas. Paradójicamente, los recursos que la Agencia Tributaria destina a la detección del fraude son el 80% de la plantilla para control de particulares, autónomos y pymes y el otro 20% se encarga de investigar a grandes empresas y grandes fortunas, las cuales sí tienen recursos suficientes para diseñar ingenierías fiscales y desarrollar un fraude sofisticado.
Nada despreciable es la cifra de economía sumergida, se estima una cifra aproximada al 17% del PIB. Y nada se recauda de esta economía en negro que podría equivaler a 180.000 millones de euros y mover unos 4 millones de empleo, con las repercusiones en fiscalidad y seguridad social que ello conlleva. Madrid, provincia en la que tienen sede el 60% de las mayores corporaciones empresariales del país, parece ser la provincia que menos economía sumergida mueve, junto a Zaragoza y Barcelona frente a provincias como Ávila, Albacete, Ourense y Toledo, con menos dinamismo económico.
Por cada euro que ingresa la Agencia Tributaria en su lucha contra el fraude, quedan casi 5 euros pendientes de cobro. Los técnicos estiman que, con un plan realista y eficiente, podrían recaudarse hasta 40.000 millones de euros a medio plazo.
Para ello sería necesario, en primer lugar, conocer la verdadera dimensión del fraude; a continuación, poner foco en actividades que sí pueden aflorar del mercado negro; que haya mayor y mejor coordinación entre la AET y las Haciendas Autonómicas, creando una base de datos fiscales única y adaptar la Administración Tributaria y Financiera española a la de los demás países europeos que tienen menores tasas de fraude fiscal.
Cabría plantearse el porqué de un porcentaje tan considerable. Quizá tenga que ver con el desánimo que genera ver en qué se emplean nuestros impuestos, sirviendo para pagar, también quizá, demasiados sueldos a diputados que no acuden a sus puestos, sueldos vitalicios de exgobernantes, chóferes y demás consideraciones a la clase política.
Aunque sea una cantidad pequeña en relación al resto de destinos de los euros de los
contribuyentes, mina la filosofía recaudatoria y las ganas de contribuir.
Aún así, desde STC os recordamos que
hasta el 2 de Julio tenéis plazo para cumplir con el fisco y por nuestra parte,
continuaremos reclamando que los impuestos de todos nosotros sean invertidos en
el bienestar de todos los contribuyentes; sanidad, educación, pensiones, etc. y
no sólo en el de unos pocos.
Gabinete de Prensa del STC